- Aquí termina nuestro camino
- ¿Por que? ¿Por que? ¿Por que nos obligan a separarnos? - dijo Arturo
- Somos muy diferentes, ésto ha sido casi un error
- No, no lo llames error, han sido los mejores años de mi vida
- Y de la mía también, pero ambos sabíamos que ésto tenía que pasar, vine a este castillo sólo durante los años en que mi tío, el rey, me necesitara, y ahora que ha muerto, lo que más me duele es perderte de mi lado. Debo estar loca por sentir ésto
- No estas loca, solo enamorada
- ¿Y no es, acaso, lo mismo?
- ¡No!, es maravilloso. Deberíamos olvidarnos de todo e irnos los dos juntos, donde nadie nos conozca, donde estas estúpidas reglas no tengan validez. Donde las personas puedan casarse con quien quieran, sin importar si son nobles o plebeyos.
- Ese lugar sólo existe en tu cabeza, mi amor. La cruda realidad es que estoy prometida con aquel dichoso conde desde que cumplí los 15 anos y nada puede romper ese maldito vínculo
- Pero tú no le amas, ni siquiera os conocéis
- Lo se ¿crees que no me duele tener que hacerlo? Pero ésto lleva pactado años y hay muchos intereses que ni imaginamos por medio. Lo único que tengo claro es que no podemos interponernos o la venganza será terrible y nunca podremos ser felices
- Pero ésto no puede acabar así... No dejemos que ésto muera, por favor - suplicó mientras una dura lágrima recorria lamejilla del muchacho
- El amor que existe entre nosotros nunca morirá - dijo Irene mientras sacaba dos colgantes idénticos, aunque con distintas iniciales. Dio al joven el que contenía su inicial y ella se quedo el que contenía las tres aes, la inicial del muchacho- lleva contigo este colgante y siempre estaremos juntos
- Un colgante jamás podra reemplazarte
- Lo se, Arturo, pero siempre nos quedara el recuerdo de los años mas felices de nuestra vida
···
Un cálido y apasionado beso puso fin a aquella dura despedida.
Jamás volvieron a verse, pero siempre llevaron pegado a su pecho sendos colgantes.
- ¿Por que? ¿Por que? ¿Por que nos obligan a separarnos? - dijo Arturo
- Somos muy diferentes, ésto ha sido casi un error
- No, no lo llames error, han sido los mejores años de mi vida
- Y de la mía también, pero ambos sabíamos que ésto tenía que pasar, vine a este castillo sólo durante los años en que mi tío, el rey, me necesitara, y ahora que ha muerto, lo que más me duele es perderte de mi lado. Debo estar loca por sentir ésto
- No estas loca, solo enamorada
- ¿Y no es, acaso, lo mismo?
- ¡No!, es maravilloso. Deberíamos olvidarnos de todo e irnos los dos juntos, donde nadie nos conozca, donde estas estúpidas reglas no tengan validez. Donde las personas puedan casarse con quien quieran, sin importar si son nobles o plebeyos.
- Ese lugar sólo existe en tu cabeza, mi amor. La cruda realidad es que estoy prometida con aquel dichoso conde desde que cumplí los 15 anos y nada puede romper ese maldito vínculo
- Pero tú no le amas, ni siquiera os conocéis
- Lo se ¿crees que no me duele tener que hacerlo? Pero ésto lleva pactado años y hay muchos intereses que ni imaginamos por medio. Lo único que tengo claro es que no podemos interponernos o la venganza será terrible y nunca podremos ser felices
- Pero ésto no puede acabar así... No dejemos que ésto muera, por favor - suplicó mientras una dura lágrima recorria lamejilla del muchacho
- El amor que existe entre nosotros nunca morirá - dijo Irene mientras sacaba dos colgantes idénticos, aunque con distintas iniciales. Dio al joven el que contenía su inicial y ella se quedo el que contenía las tres aes, la inicial del muchacho- lleva contigo este colgante y siempre estaremos juntos
- Un colgante jamás podra reemplazarte
- Lo se, Arturo, pero siempre nos quedara el recuerdo de los años mas felices de nuestra vida
···
Un cálido y apasionado beso puso fin a aquella dura despedida.
Jamás volvieron a verse, pero siempre llevaron pegado a su pecho sendos colgantes.
Y, al morir, con los colgantes entre las manos, ambos sintieron que estuvieran donde estuvieran, siempre estarían juntos, que los collares los guiarían a través de las distintas épocas y vidas para acabar uniéndolos Para siempre.
Arturo lo último que dijo fue:
Arturo lo último que dijo fue:
Irene, Irene, Irene
Irene repitió tres veces el nombre de su amado junto con su último aliento:
Irene repitió tres veces el nombre de su amado junto con su último aliento:
Arturo, Arturo. Arturo
5 comentarios:
q potito...:)
El amor imposible no debería de llamarse amor.
Mola. ¿Pero habrá parte tres, no?
Saludos.
osti, ruth... deveriamos acer camisetas con tu frase. grande es la jodia!!!
hesperamos la tercera parte ansiosas. jo.
vesisssss
(que hansiedad nos da con hestas cosas por capitulos, che)
Genial!
Esperando la tercer parte que pide el cuento.
¿No ves que lo que está de moda son las trilogías?
Bico!
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