28.7.09

Cine y Arte Pop (II)

Muchas grandes películas de la historia del cine han sido tildadas como verdaderas obras de arte. De ahí la calificación del cine como el “Séptimo Arte”.

Muchos escépticos consideran el mundo del celuloide como mera distracción, sin contemplar que el cine ha sido una de las herramientas expresivas más poderosas desde que los hermanos Lumiére hicieron posible este magnífico invento, pero como la definición de arte ha sido siempre, y sigue siendo tan ambigua y tremendamente personal no se puede ratificar la concepción del cine como arte.

Según La RAE (Real Academia Española) el arte se trata de la “manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros” y, aunque en algunos conceptos dicha definición no se acerque completamente a la realidad, la idea básica que transmite es que el arte está basado casi íntegramente en la apreciación personal por parte del creador

Miles de valoraciones, individuales o de cientos de estudiosos, que ensalcen a una obra de arte hasta convertirla en una realización grandiosa podrían ser rápidamente desechadas en la mente de cualquiera con un simple “No me gusta”, puesto que, como deja entrever la propia definición del término, no debemos olvidar que la opinión y el gusto personal puede ser lo que más influya a la hora de evaluar cualquier creación humana, puesto que si una obra de arte es una expresión de una visión personal, no dudaremos de que cada individuo pueda variar la perspectiva desde la que enfoca determinada creación

La razón y sus motivos pueden ser muy fuertes, convincentes e incluso reales, pero el arte es un mundo de sensaciones, porque el arte al fin y al cabo, más que crearse, se siente.

“Si a menudo el cine es calificado como un arte impuro es para contraponerlo como un arte deudor de todas las restantes, de las artes supuestamente puras. Por el contrario, yo pienso que el cine revela un destino común a todas las artes” . Jacques Rancière


Todo ésto se magnifica si incluimos el factor de la inclasificable grandeza del cine. Aúna imagen, sonido y argumento, lo que hasta ahora se daba por separado en las artes “clásicas” (Pintura, Música y Literatura). Por este motivo, además de por lo históricamente reciente introducción en la sociedad (Poco más de 100 años) se ha dudado sobre si el cine puede ser considerado como un nuevo arte.


Está claro que la propia definición de “Séptimo arte” no debe ser utilizada de manera genérica, puesto que dicha calificación no asegura que todo lo que se crees de manera audiovisual puedan ser consideradas obras de arte. Lo que sí es memorable es la aceptación que una obra con calidad, tanto técnica como creativa, pueda tener en la sociedad en la que se encuentra convirtiéndose en un referente a nivel histórico de determinada manera de hacer cine, y de mucho más, incluso de la forma de ver la vida.

Han sido muchas las películas que a lo largo de la Historia del Cine han sido tildadas como “obras artísticas”. Sería casi imposible citar todas las películas bien realizadas, que además han conseguido el beneplácito del público y de la crítica siendo consagradas obras maestras, pero algunos referentes claros de este fenómeno pueden ser Nosferatu (1922) de F.W. Murnau, El acorazado Potemkin (1925), de M. Eisenstein; Ciudadano Kane (1941), de Orson Welles, 2001: una odisea del espacio (1968), de Stanley Kubrick o El padrino (1974), de Francis Ford Coppola. Como vemos, podemos encontrar películas clásicas, pero también obras actuales puesto que el cine, como el arte, la sociedad, la estética y los propios gustos evoluciona al igual que el ser humano avanza tanto tecnológica como ideológicamente.

Estos cambios han producido que actualmente el cine se encuentre sumido en una etapa en la que los avances tecnológicos eclipsan muchas veces a los guiones, cosa que puede conseguir, y de hecho se produce, que lo artístico que puedan contener las creaciones quede relegado a un segundo plano el pro del espectáculo y de llenar salas dando al espectador una dosis colorista de sensacionalismo.

“Las cuestiones artísticas están íntimamente ligadas a las industriales, y en
ese sentido voy a decir algo que quizá no le guste: el cine es un arte
menor. Es un arte aplicado y sin industria no hay cine”. Mario Monicelli

Las reflexiones de Monicelli nos hacen creer que es cierto que el cine necesita la industria para sobrevivir, el mercado es necesario para poder realizar producciones, pero debemos valorar que esto no tiene porque ir completamente separado de realizar una obra artística, sino que se debe buscar la forma de cubrir ámbos ámbitos para aportar al espectador, además de lo que pueda impresionarlo, lo que pueda también introducir en él una experiencia estética que lo sensibilice y atrape en un laberinto de fotogramas que consiga que se valore de una manera más positiva el cine en sí.

2 comentarios:

Stultifer dijo...

Después de un minucioso estudio, STULTIFER te otorga el prestigioso galardón al MEJOR BLOG DEL DÍA correspondiente al miércoles 29 de julio de 2009 en No sin mi cámara por los contenidos y matices. Visitanos y comenta con nosotros. Saludos cordiales.
Vamos, que nos ha gustado mucho y hemos querido acercarnos a ti.
Puedes colgar el Premio voluntariamente en tu blog.
Ya formas parte de la Orden del Stultifer de Oro.
Y si tienes una escalera, o fotografías una, mándanosla y la publicamos inventándonos una historia.

el Shysh dijo...

Felicidades por el premio de Stulti y cuando me lea el ensayo te comento.

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