29.7.09

Cine y Arte Pop (III)

La pregunta es…¿Por qué el mundo del cine como fuente de inpiración para el arte Pop? La respuesta explica la idea del cine como elemento cultural.

El arte pop representa objetos cotidianos. Por éste motivo el mundo del celuloide es especialmente representado en estos cuadros. Lo que nos demuestra dicha predilección es que el cine, y más concretamente sus estrellas, se encuentran completamente asentadas sobre la base cultural del pueblo. El cine poco a poco fue creando una percepción de sí mismo que a finales de los cincuenta consiguió convertirse en una de las cosas sobre las que se articulaba la sociedad, y que hoy en día sigue su peculiar avance hacia las expectativas que la gente tiene de él.

Diversos cuadros de distintos autores y épocas reflejan la repercusión que el cine puede tener en los artistas y por tanto en la expresión de la sociedad en la que éstos se encuentran. Podríamos definir de forma alegórica a los artistas como la piel de éste gran cuerpo humano que es la sociedad, son los que recubren y muestran que ocurre en su interior.
No suele ser retratado el mundo del cine como tal, sino que lo que proliferan son las imágenes casi adoradoras de sus más celebres estrellas, que convertidos en geniales iconos, aportan una fuerte personalidad a la obra que protagonizan proyectando a través del lienzo todo el carisma que poseían en las películas.

La respuesta que encuentro a la incógnita de la mitificación de diversos personajes se debe a la idea estética que poseen cada uno. En realidad no importa que amargada vida se encuentre detrás del personaje. Si éste era un magnífico actor o si por el contrario se trataba solo de una estrella fugaz, solo se pretende mostrar un ente reconocible, una imagen arrebatadora, en una sociedad donde la imagen prima sobre los conceptos, en el arte Pop no se dudará en reflejar esa idea. Pero esta elección de la sociedad no solo se refleja en dicho arte, sino también en las propias películas que cada vez buscaran más el mito y la espectacularidad entre sus estrellas e fábulas que verdaderas buenas interpretaciones e historias. Se podría decir que se trata de un circulo vicioso que se retroalimenta continuamente creando una espiral de supuesto glamour y devoción que hacen que la estela de dichas estrellas-mitos, llegue hasta nuestro días.

Esto nos muestra además lo extremadamente consumista que se volvió el arte e incluso el cine, explotando dichas celebridades que, además de bellas, no cabe duda de que podrían ser tremendamente rentables. Incluso hoy en día se venden infinidad de objetos relacionados con éstos cuadros ya que la sociedad actual es más consumista que nunca y se han vuelto a instaurar los valores de la belleza ante todo. Ahora no podía faltar ni el resurgimiento del arte Pop, que invade los nuevos diseños de interior, ni mucho menos la vuelta a la mitificación de nuevos personajes, o incluso la nueva puesta en valor de iconos gráficos pasados amparándose en la denominado “retro”. El caso sigue siendo conseguir una buena rentabilidad explotando lo que sea necesario.

Pero estos mitos… ¿Realmente se lo merecen?

Sería imposible juzgar a una persona como mito, puesto que la propia interpretación del término, nos lo muestra como algo idealizado, ensalzado más allá de la realidad. Lo que si podemos valorar en ciertos casos es la calidad de su trabajo y actuación, comprobar empíricamente si esa figura merece ser aplaudida no sólo como icono sino también como profesional. Pero esto no paso por la cabeza de muchos artistas, que se dejaron llevar por la sensualidad de las curvas. Un caso muy concreto de dicha mistificación es la imagen de Marilyn Monroe. Jamás será considerada la mejor actriz de la historia del cine, sin embargo, su imagen ya ha traspasado el tiempo y el espacio. Aunque yo, personalmente, siento predilección por esta frágil actriz, es innegable que se trata del claro ejemplo de que la imagen mítica no va asociada a la genialidad en el trabajo. Aunque Norma Jean pudo ser una persona sensible, insegura, cariñosa, solo se suele recordar de ella un rubio platino y un poco de viento demasiado provocador para la época. Cosa que nos demuestra que no solo estos mitos son creados por los artistas inspirados sino que el propio celuloide también inventa y fuerza mitos para prolongar su estela más allá de lo imaginable

Ésto no ocurre en todos los casos puesto que el trabajo de otros muchos representados es magnífico y digno de admiración, pero aún así no se valora la realización de éste sino su poder de convicción estética, su llamativa presencia. No contentos con ésto, los propios artistas pop potencian su imagen afinando sus rasgos, mejorándolos, atribuyéndole nuevas y positivas virtudes o encuadrándolos en un entorno que los ensalza y banaliza desposeyendo a la persona de su personaje, disociando la persona real de lo verdadero. Ésto también puede ser referido al ejemplo de la presencia de Marilyn Monroe en los cuadros de Renato Casaro, cuando coloca a la actriz en el lugar de cristo en una “interpretación” libre de la última cena de Da Vinci, ésta es la muestra llevada a la enésima potencia de lo que podría significar idealizar una imagen.

1 comentario:

epistolario segun san alvaro dijo...

A mi me gusta este cuadro pero prefiero la version de dAvid Lachapelle

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