30.7.09

Cine y Arte Pop (IV)

Pero… ¿Cómo se crea un Mito?

Esta pregunta sí resulta complicada puesto que podría llevarnos al dilema del huevo y la gallina. Está claro que una persona no puede ser mitificada sin haber sido antes reconocida, de los iconos que hablamos, por su trabajo cinematográfico, pero esta teoría entra en conflicto si nos planteamos la idea de antes.

Si descubrimos que dicho icono no se trataba de alguien brillante en su profesión, bien por no estar capacitado o simplemente por no tener una gran oportunidad. A través de aquí se llega al enigma de si es la sociedad quien elige a sus propios mitos o si es la industria del cine, y en otros casos los medios de comunicación, los que inculcan en la sociedad el interés por dicha persona.
Claro es que en una sociedad influenciada por agentes externos tan poderosos como el cine o los medios sea lógico pensar que la manipulación ideológica y la asociación de mitos sean sencillas y efectivas para conseguir determinado beneficios comerciales.

La verdadera cuestión es qué motivo pudo hacer que la sociedad occidental dejara de plantearse qué significaban esas rayas raras del arte abstracto para consumir masivamente arte Pop. Considero que se debe a la facilidad de comprensión de este nuevo arte que muestra elementos cotidianos, ¿qué podría haber más cotidiano que una lata de tomate Campbell (Warhol)?. Pero se podría aventurar que esta pretendida simplicidad responde a una demanda que la sociedad exigía sin saberlo. El casi masivo, si no rechazo, poca devoción hacia el arte abstracto hizo que algún visionario imaginativo le diera la vuelta a la tortilla y empezará a mostrar lo que la gente deseaba, elementos estéticos, reconocibles, atractivos y sencillos. Puesto que recordemos que la valoración que se le da al arte suele ser personal, es mucho más fácil llamar la atención con efectos coloristas, presentaciones llamativas y ortodoxamente bellas, que pretender que el espectador entendiera a su manera lo que un genio pretendía transmitir con sus desamparados trazos.

La representación pictórica de la que hablamos no solo se mostraran estrellas individualmente sino que, además de alguna referencia a diversas películas también encontrarán cabida personajes ficticios, que con una fuerte personalidad en el escrito guión, serán capaces de traspasar el papel, la pantalla, incluso nuestro cerebro para convertirse en algo más que una simple interpretación, algo más que un personaje de ficción, digamos Star Wars, James Bond o Indiana Jones. Representarán unos valores, unos ideales, una estética, una forma de plantearse la vida consiguiendo una legión de fans. Unos iconos que ahora van, incluso más allá de quien los caracterice puesto que nadie lleva una camiseta de Christopher Reeve, sino que lucen orgullosos la tan famosa "ese" roja.

Estos iconos que comenzaron a crearse principalmente en los sesenta además siguen vigentes en la actualidad,y seguirán acompañándonos en el futuro. Además se irán añadiendo a la retina social nuevas imágenes a la vez que se crean nuevas figuras a las que adorar, nuevos mitos a los que glorificar y nuevos medios por los que pueda proliferar el impacto social de una imagen. Podríamos decir que ni el cine, ni la sociedad son los culpables de crear dichos mitos. Porque en estos casos no hay culpables e inocentes, simplemente formas y colores, y lo que es mucho más importante: gustos individuales.

El cine, sí, puede hundir a cualquier individuo que lo este intentando y puede glorificar hasta el infinito a aquella persona que tenga una estrella en la frente (posteriormente en el paseo de la fama) pero, dentro de lo que cabe: Ésto no es ni bueno, ni malo, es, simplemente, la magia del cine.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...