It-Boys

Hoy, 15 de abril, es el Día Internacional Blogger de la Moda Masculina, una iniciativa creada desde El Blog más chic* “con el único y desinteresado fin de que la Blogosfera, al menos por un día, esté totalmente dedicada a la moda de hombre”. Y no podía faltar mi apoyo a este magnífico bloguero al que sigo (confieso que en silencio) desde hace mucho tiempo.

El año pasado realicé un análisis de mis camisetas favoritas…

Este año he decidido hablar un poco sobre la figura del It-Boy … y si éstos existen.

Las It-girls, aunque es un término que proviene de finales de los años 20, están actualmente en boga al convertirse en embajadoras de marcas de moda. Estamos hartos de ver a chicas que, gracias a su “buen hacer” en cuanto a moda y a conseguidos y elaborados modelitos, incluso para ir a comprar el pan –en este caso hablamos de outfits- hacen las delicias de fashionistas que ven en ellas inspiración a la hora de aplicar al mundo real las últimas tendencias que se presentan cada temporada. Esto no sólo es utilizado por las posibles “copionas” sino que cada vez más se ha convertido en un referente publicitario, hablar de Alexa Chung, Leighton Meester, Kate Moss o Mischa Barton es hablar de estilos muy personales, cada una, a su manera, ha conseguido establecer contacto con un tipo de público específico que se inspira en dicha celebritie. Y esto lo saben muy pero que muy bien las marcas de moda que no dudan en buscar colaboraciones (no sólo publicitarias, sino empresariales - véase el caso Kate Moss/ Topshop) con estas gurús del estilo.

Se produce entonces un INTERCAMBIO DE VALORES… ellas aportan su personalidad a una marca dotándola de una representación real, fresca y actual, mientras que la marca otorga a dicha celebritie todo el prestigio que posee, además del glamour o el toque de tendencia actual que requieren sus apariciones públicas.

¿Pero y los chicos? ¿Existe la figura del It-boy? ¿quién marca tendencia en moda masculina? ¿Los consumidores de moda masculina no necesitan referentes famosos?

Considero que lo que ocurre es que aún no se ha producido una sinergia entre las marcas de moda con líneas masculinas y los propios famosos. Bien es cierto que la relevancia de los chicos en cuanto a estilo se refiere es más limitada que las de las mujeres, en general mucho más expuestas a la posibilidad de establecerse como iconos de la moda. Por otro lado encontramos los análisis que abordan la mente del consumidor, que, en líneas generales, varía entre hombres y mujeres a la hora de adquirir una prenda; pero eso no quita que siempre sea importante conocer referentes que hagan más real la marca, y que no la muestren únicamente bajo los focos y la perfecta preparación de una pasarela de moda o las –mucho mas cuidadas aún- campañas de publicidad.

Se me viene a la cabeza el caso, por ejemplo, de Ed Westwick, que sonó como posible candidato a ser un It-Boy debido a su papel de Chukc Bass en la serie Gossip Girl, que ha sido un exitazo entre el público más fashionista. Allí encarnaba a un personaje que consiguió imponer su estilo propio en las nuevas tendencias masculinas, pero no podemos olvidar que se trataba de un producto televisivo –avalado por estilistas, etc- y que el propio actor, fuera de la serie, es sus apariciones públicas no consiguió convertirse en un referente.

También he quiero reflexionar sobre qué pasa con los que sí se atreven en cierto sentido a innovar y dejarse llevar por las tendencias en la vida pública. En este momento y a nivel nacional, se me viene a la cabeza un grupo de facebook que aborda los estilismos de Jaime de Marichalar, que en ocasiones no duda en arriesga en propuestas estilísticas que se salen de los parámetros que se podrían esperar. ¿Hasta que punto se mezcla la moda con la personalidad y con la imagen pública que se quiere trasmitir?.

En cierto sentido esta carencia de representación queda paliada con la aparición en los blog de streetstyle de infinidad de ejemplos de cómo los hombres aplican las tendencias a nivel de calle, pero sigue sin haber un abanderado representativo al nivel de las chicas citadas arriba, al menos, en lo que en el ámbito nacional se refiere.

Lo que está claro es que, mas allá de contratos publicitarios, las colaboraciones e intercambios de valores pueden ser jugosos en la moda masculina si se encuentra una formula que aúne las posturas que postulan este sector de forma mas específica que las firmas femeninas. A nosotros también nos vendría genial claros referentes dónde poder “inspirarnos”.